Este es un relato en el que el lector se enfrenta a la imagen del oso de la misma manera que lo hace el protagonista: construyendo mentalmente una figura mítica que nace de la narración (oral) de otros. Este es un viaje iniciático desde la infancia a la madurez que transmite respeto por lo salvaje y aceptación de uno mismo. Es interesante la manera lenta como Faulkner nos apróxima al oso apoyandose en indicios audibles, olfativos que nos covierten en cazadores indios en mitad del bosque. El consejero negro que acompaña al protagonista, los objetos mágicos, todo ello son elementos del cuento folclórico que podemos identificar en este relato.
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Ravelianos 